Un instante capturado a través del tiempo
Siempre el hombre intento dejar huella, desde las pinturas rupestres en las cuevas intentaban describir un suceso que para ellos fue importante...
Las palabras pueden definir un rasgo, describir un rostro construido por detalles, gestos y sentimientos. Para lograrlo tienes que compararlos con situaciones.
Es difícil construir un hombre con palabras, moldear su silueta en tinta como un esbozo, es difícil pero no imposible. Desde siempre los diarios se convirtieron en testigos tangibles de hechos cotidianos, sin darnos cuenta poco a poco se transformaron en compendios exactos de historia. Pero como dije al principio es difícil construir un mundo real solo con palabras.
El apóstol Tomás, discípulo de Jesús fue el único que no creyó cuando Pedro le dijo que el señor había resucitado – “Ver para creer” – replicó Tomás. Al igual que Tomás, las personas con el tiempo nos volvimos escépticos, es desde ese momento que alguien en alguna parte del mundo dijo: “Si no lo veo no lo creo”.
Siempre el hombre intento dejar huella, desde las pinturas rupestres en las cuevas intentaban describir un suceso que para ellos fue importante, pero con la fotografía era solo hacer lo que siempre quisimos, ser recordados.
Es a partir de la duda de la gente que se incluyeron en los diarios retratos dibujados de personajes, ya no se decía solo que el gobernador dijo tal o cual cosa, si no que incluían un retrato del mismo y bajo el una leyenda. Pero tampoco esto fue suficiente para retratar la realidad. La humanidad no tuvo que esperar mucho ya que con la invención de la cámara fotográfica hizo que fuera posible capturar un instante para la posteridad. Con este nuevo invento los diarios incluyeron fotografía en sus portadas, así nació el periodismo gráfico.
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